El uso del móvil de forma continuada puede ocasionar una dependencia que , aunque no produzca las graves
consecuencias para el organismo como las que tiene el consumo de drogas, si tiene síntomas comunes y problemas sociales, personales
y, por supuesto, de salud.
Hay una serie de criterios que son aplicables a la dependencia del teléfono móvil:
Hay una serie de criterios que son aplicables a la dependencia del teléfono móvil:
- Utilización excesiva. Se asocia a una pérdida de la percepción del tiempo. En este caso se alteran los horarios de comida y de sueño, se produce un deterioro en las relaciones con los demás, afectando incluso a los vínculos afectivos.
- Síndrome de abstinencia. Provoca sentimientos de irritabilidad, tensión, ansiedad y/o depresión cuando por alguna circunstancia no pueden hacer uso del móvil.
- Signos de tolerancia . El uso continuado provoca que se necesite dedicar cada vez más tiempo, así como tener un móvil cada vez mas sofisticado, de ultima generación.
- Repercusiones negativas. El uso excesivo tiene como consecuencia aumento de discusiones familiares, mentiras sobre el uso del móvil, interferencia con actividades escolares, aislamiento social o cansancio.
Debemos tener en cuenta cuando nuestros hijos pueden empezar a ser unos adictos al móvil:
- éste se utiliza excesivamente
- si cuando se le retira o no está accesible se siente ansioso, irritable o deprimido
- si el uso ha ido claramente a más o si tiene la necesidad de tener más prestaciones con su aparato
- si su utilización le interfiere o perjudica en casa, con sus amigos o en la escuela, así como si le altera los patrones de sueño, concentración, alimentación o higiene personal.
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